La Comisión Europea ha aprobado un plan español de 1.100 millones de euros para apoyar inversiones en la producción de equipos necesarios para fomentar la transición hacia una economía neta cero. La medida estará abierta a empresas que produzcan baterías, paneles solares, turbinas eólicas, bombas de calor y electrolizadores, así como componentes clave diseñados y utilizados principalmente para la producción de dichos equipos o materias primas críticas relacionadas necesarias para su producción.
En el marco de esta medida, que se financiará a través del Fondo de Recuperación y Resiliencia, la ayuda adoptará la forma de subvenciones directas.
La Comisión Europea concluye que el régimen español se ajusta a las condiciones establecidas en el Marco Temporal de Crisis y Transición de ayudas estatales. En concreto, la ayuda incentivará la producción de equipos pertinentes para la transición hacia una economía neta cero, y se otorgará a más tardar el 31 de diciembre de 2025. Además, indica que el régimen español es necesario, apropiado y proporcionado para acelerar la transición verde y facilitar el desarrollo de determinadas actividades económicas que son importantes para la aplicación del Plan Industrial del Pacto Verde.
Modificación del Marco Temporal de Crisis y Transición
El plan español ha sido aprobado en el marco del Marco Temporal de Crisis y Transición de ayudas estatales, adoptado por la Comisión Europea en marzo de 2023 y modificado el 20 de noviembre de 2023, para prorrogar seis meses un número limitado de secciones destinadas a dar una respuesta a la crisis energética.
El Marco Temporal de Crisis y Transición modificado prevé diferentes tipos de ayuda que pueden ser concedidas por los Estados miembros. Entre estas ayudas, se contemplan las destinadas a acelerar las inversiones en sectores clave para la transición hacia una economía neta cero, permitiendo el apoyo a la inversión para la fabricación de equipos estratégicos, como baterías, paneles solares, turbinas eólicas, bombas de calor, electrolizadores y uso de captura y almacenamiento de carbono, así como para la producción de componentes clave y para la producción y reciclaje de materias primas críticas relacionadas.
En este sentido, hasta el 31 de diciembre de 2025 los Estados miembros de la UE podrán diseñar sistemas simples y eficaces, proporcionando apoyo limitado a un determinado porcentaje de los costes de inversión hasta importes nominales específicos, dependiendo de la ubicación de la inversión y el tamaño del beneficiario, con un apoyo mayor para las pequeñas y medianas empresas, así como para las empresas situadas en regiones desfavorecidas.