Un estudio de comportamiento realizado por el Laboratorio Nacional de Energía Renovable (NREL, por sus siglas en inglés) del Departamento de Energía de los Estados Unidos ha revelado que las personas que disponen de vehículos eléctricos (VE) son más propensas a realizar instalaciones solares en las cubiertas de sus hogares. En cambio, disponer de paneles solares también influye en la compra de un vehículo eléctrico, pero en menor medida. El estudio se basó en una encuesta realizada en 869 hogares en el área de la bahía de San Francisco.
Los resultados de la encuesta demostraron que los propietarios de vehículos eléctricos se muestran más abiertos a invertir en energía fotovoltaica porque la adición de paneles solares podría compensar el gasto que supone cargar sus vehículos eléctricos en casa. Tanto los vehículos eléctricos como los sistemas fotovoltaicos tienen una naturaleza complementaria, lo que podría convertirse en una pieza clave para fortalecer los sistemas energéticos, abordando las preocupaciones relacionadas con la estabilidad de la red y la estrategias de gestión, según apuntan los investigadores.
El estudio ‘El nexo entre los vehículos eléctricos y la energía solar fotovoltaica: impulsando la adopción intersectorial de tecnologías sostenibles’, en el que también han participado investigadores de la Universidad de California y el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, ha sido publicado en la revista Renewable and Sustainable Energy Reviews.
La encuesta en la que se basa este estudio se realizó en 2018 como parte de un estudio de comportamiento del transporte de los viajeros, por lo que los investigadores señalan que los resultados pueden variar en la actualidad debido a los cambios que han experimentado las energías sostenibles durante ese periodo de tiempo. Sin embargo, estas conclusiones fueron revisadas en un estudio sobre consumo de energía residencial publicado en 2022, donde se observó que la relación entre vehículos eléctricos y paneles solares aún podría ser cierta.
Correlación entre vehículos eléctricos y sistemas fotovoltaicos
En la encuesta encontraron más participantes que tenían o habían tenido paneles solares en sus hogares frente a aquellos que tenían un vehículo eléctrico, con un 9,1% frente a un 6,5%. Los investigadores señalaron que esto podría deberse a que la tecnología fotovoltaica es de mayor antigüedad que los vehículos eléctricos, y además el coste es menor.
Así, encontraron una correlación entre ambas tecnologías. De los propietarios de vehículos eléctricos, el 25% también poseía un sistema fotovoltaico, mientras que solo el 8% de los que no poseían vehículos eléctricos sí disponían de sistemas fotovoltaicos. La encuesta destacó dos áreas que podrían haber llevado a alguien a adoptar una o ambas tecnologías: estar informado sobre ellas y estar dispuesto a preguntar sobre ello.
Los investigadores aseguran que tener a alguien en el entorno cercano que tiene paneles solares o un vehículo eléctrico acaba repercutiendo positivamente, pues sus contactos más cercanos acaban conociendo los pros y los contras de esta tecnología. Por tanto, el factor social tiene una influencia significativa en la propiedad de vehículos eléctricos o sistemas fotovoltaicos.
Aunque los gobiernos ofrecen incentivos para adoptar tanto vehículos eléctricos como tecnologías fotovoltaicas, los investigadores sugirieron impulsar políticas e iniciativas que aceleren la aceptación conjunta de ambas tecnologías. Debido a que los propietarios de vehículos eléctricos se inclinan por usar también la energía fotovoltaica, estos incentivos podrían, por ejemplo, proporcionar un impulso para que los propietarios de vehículos eléctricos adopten la tecnología solar mucho antes de lo habitual actualmente. La rapidez con la que un hogar adopte tecnologías sostenibles intersectoriales desempeñará un papel importante en la consecución de los objetivos de descarbonización.
Por último, los investigadores afirmaron que se necesitan encuestas más holísticas para analizar el nexo en evolución entre el transporte y el uso de energía solar residencial, e identificar vías para descarbonizar el uso de energía en todos los sectores.