El proyecto europeo Battery2Life, liderado por Institute of Communication and Computer Systems (ICCS), trabajará durante los próximos tres años para ofrecer un concepto innovador para facilitar una segunda vida a las baterías de vehículos eléctricos, para lo que cuenta con un consorcio internacional de 11 socios y una inversión de más de 4 millones de euros. Battery2Life desarrollará dos soluciones que consisten en un BMS abierto y basado en la nube, que permitirá la interoperabilidad entre diferentes químicas, tecnologías, protocolos e incluso aplicaciones.
Por un lado, los investigadores desarrollarán una solución que busca facilitar la reconfiguración de un sistema de baterías ya fabricadas y que ha llegado al final de su vida útil, otorgándole una segunda vida en aplicaciones estacionarias.
Por otro lado, se trabajará en un nuevo diseño de baterías desde su origen, que ofrecerá a los fabricantes una solución para cubrir los requisitos de primera y segunda vida desde su fabricación, basada en el ecodiseño y la economía circular.
Economía circular en los sistemas de almacenamiento
El proyecto Battery2Life integrará soluciones desarrolladas en dos casos de uso que demostrarán su viabilidad. En el primero de ellos se realizará la transición de las baterías que han finalizado su vida útil a una aplicación de almacenamiento a escala comercial, una microrred, cuyo objetivo es reducir los picos de demanda y dar soporte constante a toda la red. El segundo, está dirigido al almacenamiento de energía para uso doméstico, donde se evaluará la eficiencia del sistema en una segunda vida.
Como parte del consorcio del proyecto, Cidetec Energy Storage es el responsable técnico de Battery2Life, y además contribuirá en tareas como la fiabilidad y seguridad, aspectos críticos en una aplicación de segunda vida para baterías. Para ello, se implementarán funcionalidades avanzadas de diagnóstico de mecanismos de degradación y estimación de la vida restante o RUL (Remaining Useful Life), junto con la detección temprana y prevención de eventos como el thermal runaway o embalamiento térmico.
Asimismo, se desarrollará una herramienta de dimensionamiento de sistemas de segunda vida, que permitirá garantizar que el sistema podrá cubrir las necesidades de la nueva aplicación a corto y largo plazo.