Triplicar la capacidad de energía renovable para 2030 es técnicamente factible y económicamente viable, pero alcanzarlo requiere determinación, apoyo político e inversión a escala. Es la principal conclusión del informe ‘Seguimiento de los resultados de la COP28: Triplicar la capacidad de energía renovable para 2030’, publicado por la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena).
Este informe sobre las Perspectivas de las Transiciones Energéticas Mundiales de Irena proporciona los últimos datos de seguimiento y análisis del progreso mundial hacia el objetivo de triplicar la capacidad mundial de energía renovable para 2030.
El objetivo es instalar un promedio de casi 1.100 GW de capacidad de energías renovables anualmente para 2030, más del doble del récord establecido en 2023. Además, las inversiones anuales en generación de energía renovable deben aumentar de 570.000 millones de dólares en 2023 a 1.550 mil millones de dólares en promedio entre 2024 y 2030.
El nuevo informe de Irena ‘Seguimiento de los resultados de la COP28: Triplicar la capacidad de energía renovable para 2030’ destaca que 2023 ha establecido un nuevo récord en el despliegue de energías renovables, añadiendo 473 GW al mix energético mundial. Sin embargo, el informe concluye que triplicar la capacidad de energía renovable depende de superar las barreras sistémicas y estructurales a la transición energética. Se requieren esfuerzos concertados para mejorar la infraestructura, las políticas y las capacidades de la fuerza laboral, respaldados por una mayor financiación y una cooperación internacional más estrecha.
Objetivo de triplicar la capacidad de energía renovable
El informe incide en que lograr el objetivo de triplicar la capacidad de energía renovable para 2030 está lejos de estar asegurado, ya que sería necesario desplegar 7,2 TW adicionales de energía renovable para alcanzar los 11 TW requeridos para 2030. No obstante, las proyecciones actuales indican que el objetivo seguirá fuera del alcance sin una intervención política urgente. Los países del G20, por ejemplo, deben aumentar su capacidad renovable de menos de 3 TW en 2022 a 9,4 TW para 2030, lo que representa más del 80% del total mundial.
El informe también destaca la necesidad de inversiones aceleradas en infraestructura y operaciones de sistemas (por ejemplo, redes eléctricas y almacenamiento); políticas y regulaciones revisadas (diseño del mercado energético y permisos simplificados); medidas para fortalecer las cadenas de suministro y fomentar las habilidades necesarias; y aumentos sustanciales en las inversiones, incluidos fondos públicos facilitados a través de la colaboración internacional.
El documento también indica que, a pesar del considerable potencial renovable, los países en desarrollo han recibido niveles de inversión desproporcionadamente bajos. Además, los combustibles fósiles recibieron 1,3 billones de dólares en subsidios en 2022, equivalente a la inversión anual necesaria en capacidad de generación renovable para lograr triplicarse para 2030. Una mayor cooperación internacional será indispensable para garantizar flujos financieros hacia el Sur Global y cumplir el compromiso de triplicar la capacidad renovable, concluye el informe.