La Mesa Redonda Europea para la Industria (ERT) ha publicado dos informes centrados en la transición energética europea, titulados ‘Fortalecimiento de la infraestructura energética de Europa’ y ‘Competitividad de las industrias europeas de uso intensivo de energía’. Ambos documentos, elaborados en colaboración con Boston Consulting Group (BCG), muestran los obstáculos a superar para que Europa sea sostenible, sin comprometer más su resiliencia y competitividad.
El informe ‘Fortalecimiento de la infraestructura energética de Europa’ detalla los puntos débiles y las inversiones en infraestructura que aún se necesitan para la disponibilidad abundante de energía renovable a precios competitivos en toda la UE. El documento indica que, para lograr esta transformación, la brecha de inversión requiere un esfuerzo de colaboración entre el capital público y privado. En concreto, señala que se necesitan 0,8 billones de euros para 2030, cifra que aumentará a 2,5 billones de euros para 2050.
Respecto al desarrollo y despliegue de infraestructura energética de próxima generación, los miembros de ERT recomiendan en el informe acelerar el desarrollo de infraestructura energética, facilitar una mayor cooperación transfronteriza a través de PPA transnacionales, abordar cualquier reforma de mercado con un estudio de evaluación de impacto preliminar, incentivar la planificación de interconectores tanto en tierra como en el mar, impulsar la armonización de estándares técnicos para una mayor interconexión, asegurar ubicaciones estratégicas para centros de demanda de hidrógeno y CO2, y acelerar permisos.
Industria europea de uso intensivo de energía
Por otro lado, el informe titulado ‘Competitividad de las industrias europeas de uso intensivo de energía’ realiza un balance de la presión competitiva sobre las industrias de uso intensivo de energía (IEI) europeas, en comparación con sus competidores en otros lugares.
Esta publicación deja al descubierto la pérdida de competitividad de Europa a través de la transición energética, reflejada en datos como la pérdida del 66% de la producción de aluminio en la UE y su reciente paso de ser un exportador de productos químicos a un importador neto. Además, analiza las razones detrás de los mayores costes de la energía y la descarbonización, las barreras al acceso asequible a la energía renovable y la importancia de implementar tecnologías futuras.