El proyecto Phoenix, financiado por la UE y lanzado en mayo de 2023, tiene como objetivo impulsar una nueva era de baterías inteligentes y sostenibles que priorizarán la seguridad, durabilidad y la sostenibilidad medioambiental a través de una variedad de funcionalidades inteligentes, incluyendo sensorización avanzada y autorreparación. Gracias a la integración de un sistema avanzado de gestión de baterías (BMS, por sus siglas en inglés), los investigadores buscan detectar diferentes tipos de degradación en las prestaciones y evaluar la calidad general de la batería, mejorando así la vida útil de las baterías hasta un 100%, es decir, desde 250 hasta 500 ciclos de carga y descarga.
El avance de la movilidad eléctrica, el almacenamiento de energía en red y la electrónica de consumo ha aumentado enormemente la demanda de baterías. Se estima que la demanda se multiplicará por diez durante la próxima década, no obstante la aceptación de las baterías depende de la reducción de los costes y al mismo tiempo de mejorar las prestaciones, la fiabilidad y la seguridad.
Por ello, el proyecto Phoenix está explorando la integración de funcionalidades de autorreparación en las baterías. Este esfuerzo tiene como objetivo desarrollar celdas con una vida útil extendida, capaces de detectar y prevenir la degradación, fomentar la sostenibilidad y reducir costes. Se realizarán prototipos y demostraciones de baterías de Li-ion con electrolito líquido y sólido de Generación 3b y 4a, diseñadas para alto voltaje y carga rápida, aptas tanto para movilidad eléctrica como para aplicaciones estacionarias.
Además, la iniciativa aborda otros retos, como la reducción de costes y la producción en masa, la reciclabilidad y el análisis de ciclo de vida. El objetivo es reducir los costes de las baterías en un 10% y permitir el reciclaje de los materiales autorreparables sin alteración significativa de los procesos de reciclaje actuales.
A medida que la industria europea y mundial de las baterías de iones de litio se expande influida por las demandas industriales y particulares de seguridad, longevidad, coste y sostenibilidad, los objetivos del proyecto Phoenix podrían ayudar a cubrir esta serie de cuestiones. El proyecto se llevará a cabo de modo que la tecnología desarrollada pueda escalarse y sea aplicable en líneas de producción de celdas convencionales.
Consorcio del proyecto Phoenix
El proyecto está coordinado por el Centro de Innovación de Baterías de MOBI-Vrije Universiteit Brussel (VUB), que cuenta con la colaboración de cuatro centros de investigación (Cidetec, DLR – Centro Aeroespacial Alemán, Fraunhofer ISC, CSEM) y cuatro pequeñas y medianas empresas (Leclanché, Accurec-Recycling, Deep Blue srl, Enwair) expertas en materiales, sensores, modelado, BMS, reciclaje y fabricación de baterías.
Phoenix es parte de la iniciativa europea de investigación a gran escala y a largo plazo para baterías Battery 2030+, cuyo objetivo es dar forma al futuro de la tecnología de baterías. La ambición de Battery 2030+ es convertir a Europa en líder mundial en el desarrollo y producción de las baterías del futuro, que deberán contar con un mayor almacenamiento, tener una vida útil más larga y ser más seguras y respetuosas con el medio ambiente que las baterías actuales para facilitar la transición energética.