Un nuevo informe del Programa de Sistemas de Energía Fotovoltaica de la Agencia Internacional de la Energía (IEA PVPS) explora el papel de la gestión de la energía reactiva en la estabilización de la red, el control de voltaje y el mantenimiento de la calidad de la energía, enfatizando la importancia de los recursos de energía distribuida (DER) en el control de la energía reactiva.
A medida que las redes eléctricas se apoyan más en las energías renovables, la gestión de la energía reactiva es crucial para la estabilidad y la fiabilidad de la red. Con esta idea como base del informe, el documento incluye además estudios de casos y conocimientos de varios países sobre la utilización de energía fotovoltaica y renovable para la gestión de la energía reactiva.
Colaboración entre TSO y DSO para la gestión de la energía reactiva
Los autores principales del informe han identificado tres conclusiones clave. En primer lugar, señalan que es necesario actualizar los marcos normativos para alinearse con la evolución del panorama energético y garantizar la resiliencia y la eficiencia de los sistemas energéticos. En segundo lugar, apuntan a la necesidad de explorar más a fondo el potencial de los recursos energéticos distribuidos como fuente de servicios de energía reactiva, incluida la integración mejorada de la previsión de la energía solar fotovoltaica.
Por último, los expertos de IEA PVPS afirman que la colaboración entre los operadores de sistemas de transporte (TSO) y los operadores de sistemas de distribución (DSO) es esencial para facilitar una gestión eficaz de la energía reactiva, y que podría mejorarse con las tecnologías de la información y las comunicaciones.