Un estudio del JRC analiza el impacto ambiental de la producción y transporte del hidrógeno en Europa

Trabajadores del sector del hidrógeno.

Un nuevo estudio del Centro Común de Investigación (JRC, Joint Research Centre) de la Comisión Europea compara los impactos ambientales del ciclo de vida de la producción in situ a través del reformado de metano con vapor (SMR, por sus siglas en inglés) o la electrólisis con tres métodos de suministro de hidrógeno diferentes (compresión, licuefacción y enlace químico a otras moléculas). También se abordan los diferentes métodos de transporte, tanto por barco como por oleoducto.

El uso de hidrógeno producido a partir de energías renovables disponibles a nivel local es la opción más sostenible, según el estudio del JRC.

El estudio fue llevado a cabo para la Asociación para un Hidrógeno Limpio, una asociación público-privada que apoya las actividades de investigación e innovación en tecnologías del hidrógeno en Europa. Los resultados se traducen en recomendaciones clave para ayudar a los países y las industrias a acelerar la transición hacia una economía del hidrógeno más sostenible.

La distancia utilizada para comparar los diferentes métodos de suministro de hidrógeno es de 2.500 km, equivalente a la distancia entre Portugal y los Países Bajos. Ambos países fueron considerados sobre la base de una propuesta en un proyecto financiado por la UE que examinó la viabilidad del transporte sostenible de hidrógeno. Los resultados muestran que el rendimiento medioambiental del hidrógeno suministrado a las grandes industrias puede variar significativamente en función de la tecnología de producción y la vía de suministro.

Huella ambiental de la producción local y el transporte

El estudio muestra que el enfoque más sostenible desde el punto de vista medioambiental es la producción in situ empleando energías renovables. Si esto no es posible, la importación de hidrógeno renovable sigue permitiendo una reducción significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con la producción in situ mediante combustibles fósiles. Sin embargo, centrarse únicamente en las emisiones puede dar lugar a otros impactos ambientales no deseados, según el estudio.

En el caso del suministro de hidrógeno a largas distancias, el hidrógeno líquido y el comprimido a través de tuberías parecen tener el menor impacto ambiental posible. Por otro lado, el proceso de almacenar y entregar hidrógeno mediante portadores químicos como amoníaco, compuestos orgánicos líquidos, metanol y gas natural sintético, exige mayores cantidades de energía y recursos, lo que aumenta el impacto ambiental. Sin embargo, no se observaron diferencias significativas en el impacto ambiental al comparar los portadores químicos entre sí.

Por otro lado, el estudio hace hincapié en la estrecha relación entre el impacto medioambiental del hidrógeno y las infraestructuras de energías renovables. En concreto, en el caso del hidrógeno importado generado por energía solar, para que tenga una ventaja ambiental sobre la producción de hidrógeno a partir de combustibles fósiles, debe mejorarse el impacto ambiental de la generación de electricidad a través de paneles fotovoltaicos. Esto se puede lograr mejorando la eficiencia de los paneles en términos de uso de materiales y utilizando energía renovable para su producción, según recomienda el estudio.

Disponibilidad de agua y pérdidas de hidrógeno

El estudio también revela que la disponibilidad de agua dulce afecta al impacto de la producción de hidrógeno, dado que la generación de hidrógeno en países ricos en agua demuestra ser una opción más sostenible en términos de uso del agua en comparación con la importación de hidrógeno procedente de países con escasez de agua.

Además, el estudio muestra que las pérdidas de hidrógeno durante la cadena de suministro pueden aumentar significativamente el impacto ambiental. Sin embargo, las opciones que son más susceptibles a las pérdidas, como el hidrógeno líquido o el comprimido, siguen teniendo un menor impacto medioambiental que el uso de portadores químicos, según apunta el estudio.

Las conclusiones finales son que, cuando la producción in situ de hidrógeno utilizando fuentes renovables locales no es factible, la importación de hidrógeno renovable de regiones más cercanas se convierte en la opción más sostenible desde el punto de vista medioambiental. Cuando se transporta hidrógeno a largas distancias dentro de Europa, el suministro de hidrógeno comprimido a través de tuberías o hidrógeno líquido a través de barcos se destaca como la mejor opción en términos de impacto ambiental.

 
 
PATROCINIO BRONCE
Salir de la versión móvil