La Plataforma Europea de Tecnología e Innovación sobre redes inteligentes para la transición energética (ETIP SNET) ha publicado el documento ‘El impacto de las comunidades energéticas en las redes’. La nueva publicación explora cómo la integración de la comunidad energética aumenta la flexibilidad de la red y mejora los mercados eléctricos.
El nuevo documento, elaborado conjuntamente por la Agencia Internacional de la Energía (IEA) y la red International Smart Grids Action Network (ISGAN), realiza un repaso sobre la evolución de las comunidades energéticas, analiza el impacto de la implementación a gran escala de las comunidades energéticas en las redes eléctricas, el proceso económico en la industria energética para promover comunidades energéticas y la organización empresarial en el sector.
Comunidades energéticas, oportunidad y desafío para DSO y TSO
El estudio de ETIP SNET ‘El impacto de las comunidades energéticas en las redes’ analiza el papel de las comunidades energéticas que representa tanto una oportunidad como un desafío para los operadores de redes de distribución (DSO) y, en consecuencia, para los gestores de la red de transporte (TSO).
Para lograr la madurez deseada, el documento indica que las comunidades energéticas deben ser viables y convertirse en actores confiables para que los DSO pueden integrar mejor la flexibilidad y otros servicios que adquieren en sus procesos sin comprometer la calidad de la fuente de alimentación. Pueden desbloquear el potencial de flexibilidad de los consumidores activos e integrar más eficazmente recursos renovables distribuidos y nuevas tecnologías, como instalaciones fotovoltaicas en tejados, vehículos eléctricos o baterías, etc.
Por el contrario, el documento también apunta que las comunidades energéticas deben cumplir todos los requisitos, deberes y responsabilidades cuando actúen como proveedores, clientes activos o cualquier otro rol existente en el mercado; y deben actuar en igualdad de condiciones con otros actores del mercado.
Otras conclusiones del estudio hacen referencia a que las comunidades energéticas apoyan localmente el crecimiento de la sociedad promoviendo la inversión en fuentes de energías renovables y democratizando la industria energética.
Finalmente, el documento ofrece varias recomendaciones sobre actividades de innovación e investigación. Propone una hoja de ruta para garantizar la convergencia de los resultados de I+D y permitir el desarrollo de comunidades totalmente integradas.