Los investigadores del proyecto Spectrum, liderado por la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Cataluña, han encuestado a más de 7.000 personas en los últimos meses, obteniendo así tendencias significativas en la percepción social de las medidas de transición ecológica, lo que demuestra las marcadas diferencias de opinión en función de la comunidad autónoma de residencia.
El objetivo del proyecto, financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y los fondos europeos Next Generation, es recoger la percepción y el nivel de sensibilización de las personas sobre las medidas de transición ecológica según la zona donde viven, identificar posibles riesgos sociales, analizar el grado de influencia de la estructura socioeconómica y las estrategias de comunicación, y formular recomendaciones a las administraciones para conciliar las diferentes percepciones regionales con los objetivos de mitigación del cambio climático.
Los datos recogidos permitirán formular medidas para mejorar el grado de participación y sensibilización, teniendo en cuenta los diferentes perfiles regionales y socioeconómicos. El proyecto continuará en fases posteriores para identificar los factores socioeconómicos que afectan a la percepción ecológica ciudadana, comunicar los resultados y proporcionar soluciones que estimulen la participación ciudadana en las acciones contra el cambio climático.
Grado de aceptación de las energías renovables
Entre los datos recogidos, las encuestas han evaluado el grado de aceptación de instalaciones de energías renovables como parques eólicos y solares. Los resultados indican que la aceptación es mayoritaria, aunque con diferencias regionales significativas. Los residentes de Islas Canarias, Murcia, Ceuta y Melilla se muestran más abiertos a acoger nuevos parques eólicos en las proximidades de sus viviendas, mientras que los encuestados de Galicia (43,2%) y Cantabria (53%) son los menos dispuestos a aceptar parques eólicos cerca de los domicilios.
En cuanto a los parques solares, han recibido una mayor aceptación media que los parques eólicos, con una media de aceptación del 78% en La Rioja y un 76,6% en Canarias. Por otro lado, Cantabria y Castilla y León son las comunidades menos propensas a nuevas instalaciones solares, con un 64% y un 67,6% de aceptación, respectivamente.
La mayoría de los encuestados también se muestran dispuestos a pagar un precio más alto por la energía de origen renovable. Un 65,4% de los encuestados en La Rioja estarían dispuestos a asumir un incremento en el precio, mientras que en Castilla-La Mancha sólo el 51,4% aceptarían este aumento.
El estudio también revela que sólo el 56,3% de los encuestados considera que la transición ecológica no pone en peligro el modo de vida actual. Esta percepción varía significativamente según su ideología política. Un 69,4% de las personas que se definen de izquierdas o centro-izquierda consideran que la forma de vida actual no corre peligro, mientras que entre las personas de centro-derecha o derechas esta percepción se sitúa en el 46,9%.
El hidrógeno verde y el cierre de las centrales nucleares
Un 65% de los encuestados admiten que saben poco o nada sobre el uso del hidrógeno verde como fuente de energía. Navarra es la zona con más desconocimiento sobre el hidrógeno verde, con un 73%. En Euskadi, el nivel de desconocimiento que admiten los encuestados supera la media y se sitúa en un 66%, a pesar de que Petronor ha iniciado recientemente la producción de hidrógeno verde en esta comunidad.
En cuanto a la energía nuclear, un 28,4% de los encuestados estaban muy de acuerdo con el cierre gradual de las centrales nucleares españolas, programado para el periodo 2027-35, y un 19,9%, bastante de acuerdo. No obstante, hay un importante sector de población que no está ni de acuerdo ni en desacuerdo (14,3%), bastante en desacuerdo (14,7%) y muy en desacuerdo (16,5%) con el cierre. Las cinco centrales nucleares españolas en activo generan aproximadamente un 20% de la energía que se consume.
En comunidades como el País Vasco, Ceuta y Melilla, que no tienen reactores en funcionamiento en su territorio, un 63,5% y un 61,5%, respectivamente, de los encuestados se mostraron muy de acuerdo o bastante de acuerdo con el cierre de las centrales. En cambio, en comunidades que tienen actividad nuclear, el apoyo al cierre sigue siendo mayoritario pero más moderado, como en Cataluña (53,3%) o Comunidad Valenciana (50,9%). En otras zonas, no llega al 50%, como Extremadura (35,9%), Castilla-La Mancha (35,2%) o La Rioja (32,5%).