Con el fin de impulsar el almacenamiento estacionario, el Instituto Tecnológico de la Energía (ITE) ha lanzado el proyecto SOSBAT, que persigue dos objetivos: investigar y desarrollar nuevas químicas sostenibles como alternativas complementarias a las baterías de Li-ion; e integrar baterías de segunda vida, maximizando así la eficiencia y sostenibilidad del almacenamiento energético.
Actualmente, las baterías de litio dominan el sector del almacenamiento energético por su capacidad y productividad. No obstante, también cuentan con inconvenientes asociados a la seguridad o el coste de la tecnología, por lo que la comunidad científica está apostando por la investigación y desarrollo de la tecnología sodio-ion, buscando soluciones para la mejora de componentes, principalmente en membranas, basadas en polímeros sostenibles.
El proyecto SOSBAT tiene el objetivo de establecer una metodología de diagnóstico de celdas para aplicación en segunda vida estacionaria conectada a red. Así, buscan dar respuesta a los grandes volúmenes de baterías al final de su vida útil.
Un ejemplo son las baterías de los vehículos eléctricos, que aunque posean una capacidad de alrededor del 70-80% de su condición inicial, han de ser sustituidas dado que ya no son aptas para esta aplicación. Sin embargo, pueden ser empleadas en otras aplicaciones, como el almacenamiento estacionario, reduciendo así la necesidad de emplear nuevas baterías, contribuyendo a la sostenibilidad y a la economía circular.
Alternativas para las baterías al final de su vida útil
El ITE va a desarrollar nuevas metodologías de diagnóstico de baterías de segunda vida para la determinación de su estado de salud y así poder ser empleadas en almacenamiento estacionario. Por tanto, el objetivo general de SOSBAT es la implementación de nuevas tecnologías de baterías avanzadas y sostenibles para aplicaciones estacionarias.
En concreto, los investigadores desarrollarán nuevos separadores sostenibles para su integración en una celda prototipo sodio-ion, incorporando el separador mejorado y, además, establecerán una metodología para analizar la viabilidad de emplear baterías de segunda vida en aplicación estacionaria conectada a red.
En definitiva, el equipo del ITE busca comenzar a dar alternativas a las baterías de litio investigando sobre nuevos separadores basados en polímeros sostenibles, además de establecer una estrategia para volver a dar una nueva vida a las baterías ya desechadas por el vehículo eléctrico.