Solo se necesita la mitad de los terrenos de Europa considerados aptos para las instalaciones de energía renovable para la descarbonización de la UE de aquí a 2040, según el último análisis de la Oficina Europea de Medio Ambiente (EEB, por sus siglas en inglés). Así, el informe muestra que Europa posee suficiente extensión de terreno para expandir instalaciones de energía solar y eólica sin afectar de forma negativa a la agricultura ni a la naturaleza.
El suelo es un importante recurso para la transición energética de Europa, pero es necesario evaluar la extensión y el tipo de suelo necesarios para la correcta expansión de la energía renovable. En este contexto, el objetivo del estudio de la EEB es determinar las necesidades espaciales para obtener una Europa que disponga de un suministro de origen 100% renovable, realizando una comparativa con los usos actuales del suelo y las áreas espaciales disponibles. Para ello, han analizado los casos de Alemania, España, Francia, Italia, Polonia y Rumanía.
El estudio se basa en el análisis territorial preliminar realizado por el Centro Común de Investigación (JRC, Joint Research Centre) de la Comisión Europea, que identificó las tierras adecuadas para proyectos de energía renovable, excluyendo las áreas naturales protegidas y las tierras agrícolas de alto valor.
Basándose en este análisis del JRC, la Oficina Europea de Medio Ambiente ha evaluado el uso actual del suelo y los tipos de cobertura en función de los conjuntos de datos disponibles y los documentos de la UE, estimando la superficie necesaria para albergar suficiente capacidad de energía renovable para cumplir con los objetivos del Escenario PAC.
Compatibilización renovable con la biodiversidad y los terrenos agrícolas
Una de las principales conclusiones extraídas del estudio de la EEB es que solo el 2,2% del total de tierras de la UE será necesario para los proyectos solares y eólicos actuales y futuros para lograr la neutralidad climática en 2040, y la mayor parte de las tierras adecuadas para las energías renovables en la UE se encuentran en zonas rurales. Además, el documento revela que existe suficiente terreno en toda Europa para que la expansión de la energía solar y eólica se lleven a cabo de manera sostenible, en armonía con las necesidades de la naturaleza, la producción de alimentos y las comunidades locales.
En concreto, si se tienen en cuenta las restricciones agrícolas, ambientales y de biodiversidad, junto con las zonas de amortiguación adecuadas y los factores técnicos, el 5,2% de la superficie terrestre de la UE es adecuada para proyectos eólicos y solares terrestres. Otro de los principales hallazgos, siguiendo los criterios de evaluación del JRC, es que la mayor parte de las tierras aptas para energías renovables en la UE se encuentran en zonas rurales, con un 78% para sistemas solares fotovoltaicos montados en el suelo y un 83% para la energía eólica onshore.
Por otro lado, el documento destaca que las cubiertas en áreas urbanas e industriales por sí solas no pueden albergar toda la capacidad solar necesaria para descarbonizar Europa. Sin embargo, hay suficiente tierra disponible para expandir en gran medida la energía solar, en armonía con las necesidades actuales de protección de la biodiversidad, las actividades económicas existentes y los objetivos futuros de restauración de la naturaleza.
No obstante, algunos países, como Alemania e Italia, no tienen suficiente tierra adecuada para sus necesidades de energía renovable. Mientras tanto, países como España y Rumanía tienen abundantes extensiones de terreno para desarrollar energías renovables, mucho más allá de sus necesidades energéticas. Para abordar esta problemática, los expertos de la EEB afirman que la realización de una superred interconectada europea permitiría lograr un 100% de energía renovable en Europa de manera sostenible.
Por último, el documento señala que los cambios en el uso del suelo necesarios para la transición energética deben llevarse a cabo de manera participativa, garantizando que las necesidades de las comunidades se reflejen en las decisiones sobre la ubicación, y que los territorios que albergan energías renovables obtengan los beneficios adecuados.
Implantación renovable sostenible en España
En el caso de España, según el informe tan solo requiere el 2,6% de su extensión de terrenos aptos para la instalación de energía solar y eólica sobre suelo. Por tanto, posee suficiente terreno adecuado disponible para albergar toda la capacidad necesaria para 2040, especialmente para la energía solar fotovoltaica sobre suelo, que solo requeriría alrededor del 0,49% del terreno apto para este tipo de instalaciones.
No obstante, el documento subraya la necesidad de abordar las brechas de datos actuales y los problemas de coordinación entre los diferentes niveles de gobierno a nivel de planificación para impulsar una planificación espacial correcta. En este sentido, España debe designar las áreas de aceleración de energías renovables (RAA, por sus siglas en inglés), tanto para energía solar como eólica, priorizando los sitios más adecuados de acuerdo con las estimaciones de idoneidad del JRC, según recomienda la Oficina Europea de Medio Ambiente.
Aunque el documento destaca que España ha alcanzado un éxito notable en la expansión de la generación renovable, también toma nota de la creciente oposición local en determinadas regiones, lo que amenaza la calidad y el éxito de futuros proyectos renovables. En este sentido, sugieren contar con estándares de participación pública consistentes. Por último, llaman la atención sobre la reducción de las garantías ambientales en favor de las RAA, lo que ha provocado que algunos espacios naturales no reciban la protección adecuada y se desarrollen proyectos en zonas altamente sensibles.
Futuros desarrollos de energía eólica y solar en territorio nacional
Siguiendo el Escenario PAC, España desarrollará una importante capacidad de energía solar fotovoltaica (247 GW) y eólica (98 GW) sobre suelo para 2040, lo que supondrá alrededor del 86% de la producción eléctrica de España y satisfará alrededor del 84% de la demanda final de energía del país para el mismo año. Para albergar dicha capacidad solar y eólica, el estudio estima que España necesitará alrededor del 1,4% de su territorio total para 2030, y el 2,4% para 2040.
España dispone de extensas áreas agrícolas (55,54%) y una proporción significativa de su territorio (27,74%) se encuentra dentro de áreas Natura 2000. Se proyecta que las futuras necesidades de restauración de la naturaleza requerirán un 14% adicional del territorio total del país, por lo que es importante planificar el espacio para las energías renovables y la restauración de la naturaleza de manera integral, según indica el documento.
En el caso de España, el JRC ha estimado que el terreno adecuado para la energía eólica onshore asciende al 2,35%, al 3,28% para la energía solar fotovoltaica sobre suelo y al 0,09% para la energía solar sobre cubiertas. Para ambas tecnologías, más del 70% del terreno adecuado se encuentra en zonas rurales.
En 2040, en línea con el Escenario PAC, el terreno necesario para las instalaciones fotovoltaicas sobre suelo (155 GW) será algo menos del 0,5% de la superficie total de España, lo que dejará alrededor del 2,8% del terreno total disponible para el desarrollo de estas instalaciones sin afectar a la biodiversidad o valor agrícola, y siempre que se amplíe la infraestructura eléctrica para llegar a esos sitios adecuados.
En concreto, el terreno necesario para los sistemas fotovoltaicos sobre suelo sería menos de un tercio de lo que España utiliza actualmente (1,64%) para el cultivo de forraje, lo que significa que la producción de alimentos no se verá amenazada por la expansión de la energía solar en entornos rurales.
Por su parte, la cubiertas solares requerirán tan solo el 0,09% del terreno total, lo que coincide con la superficie adecuada estimada por el JRC, aunque el documento igualmente sugiere eliminar las barreras de permisos y mejorar el acceso a los esquemas de financiación para el autoconsumo.
Por último, en cuanto a la energía eólica onshore, el informe destaca que España apenas presenta limitaciones de disponibilidad de terreno. La cantidad de terreno necesaria (1,62%) para el crecimiento de la energía eólica sobre suelo previsto en el Escenario PAC para 2040 en España implica que toda la capacidad necesaria podría desarrollarse en áreas adecuadas.
Por lo tanto, las áreas de aceleración de energías renovables para la energía eólica onshore deberían designarse lo antes posible en áreas que cumplan con los criterios de idoneidad del JRC, mientras que el uso de herramientas y datos de mapeo de sensibilidad debería mejorarse y coordinarse aún más entre los diferentes niveles de gobierno, según concluye el informe.