Frente al objetivo de reducción del 23% de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 respecto a 1990 que planteaba el primer PNIEC, la actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC 2023-2030) aprobada esta semana aumenta la ambición en nueve puntos más, hasta el 32%. También incrementa el peso de las energías renovables hasta el 48% del consumo final de energía, alcanzando un 81% de la generación eléctrica, frente al 42% del PNIEC anterior; y mejora la eficiencia energética hasta el 43%, frente al 41,7% establecido en 2021. Además, se impulsa la electrificación de la economía, y se han introducido metas nuevas, en coherencia con las europeas, como alcanzar 12 GW de electrolizadores para producir hidrógeno verde y 19 GW de autoconsumo.
A propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), el Consejo de Ministros ha aprobado este martes el Real Decreto que actualiza el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC 2023-2030).
Esta actualización del PNIEC también incrementa la electrificación de la economía, uno de los principales tractores de la descarbonización, que alcanzará el 35% frente al 32% que preveía el documento original, lo que favorecerá un aumento de la demanda eléctrica. Según el documento, la electrificación y el desarrollo de nuevos proyectos impulsará la demanda eléctrica: se incrementará un 34% con respecto a 2019, hasta los 358 TWh, con una subida muy notable sobre las previsiones del primer PNIEC, que situaba este crecimiento en un 5%.
Nuevas metas en energías renovables
Una de las principales actuaciones del PNIEC 2023-2030 es el impulso a las energías renovables y al almacenamiento y la gestión de la demanda para mejorar su integración.
El incremento de 105 GW de potencia instalada de renovables, que permitirá alcanzar los 160 GW de energías limpias al final de la década (+190%) y cubrir un 81% de la demanda eléctrica, impulsará la autonomía energética hasta el 50%.
En concreto, se espera tener instalados 62 GW de energía eólica en 2030, incluidos 3 GW de eólica offshore; 76 GW de fotovoltaica, incluyendo 19 GW de autoconsumo; y 22,5 GW de almacenamiento, considerando también la aportación de la solar termoeléctrica. Asimismo, se han introducido nuevas metas, como disponer de un parque de vehículos eléctricos de 5,5 millones.
También emergen con fuerza nuevos vectores energéticos, como el hidrógeno renovable –que llegará a los 12 GW–, el almacenamiento –sube hasta los 22,5 GW–, o el autoconsumo, que llegará a cubrir el 11% de la demanda de electricidad y supera todos los escenarios previos.
Además, uno de los principales avances es el aumento de la independencia energética. La actualización del PNIEC prevé un aumento en la producción de energía autóctona, alcanzando el 50% del total, frente al 27% de 2019. Durante todo el período, se prevé que proporcionará un ahorro de 86.750 millones de euros en importaciones de combustibles fósiles.
Inversión en renovables, redes energéticas y electrificación
El PNIEC 2023-2030 estima que se movilizará una inversión total de 308.000 millones de euros hasta 2030, de los que un 82% será privada y un 18% será pública (un 13% de fondos europeos). El 37% de esa inversión se destinará a energías renovables, el 28% a ahorro y eficiencia energética, el 17% a redes energéticas y el 17% a la electrificación de la economía.
El PNIEC 2023 aumenta el número de políticas y medidas previstas desde las 78 del PNIEC original hasta las 110 actuales. Por primera vez, el documento incorpora actuaciones específicas en la mejora de la integración de energías renovables con el medioambiente y territorio, la ciberseguridad y los mercados locales de electricidad, además del ferrocarril, aviación y navegación, reto demográfico, perspectiva de género y mercados de capacidad, entre otras actuaciones.
Creación de empleo y reducción del gasto energético
Por otra parte, se calcula que el PIB aumentaría entre 25.700 y 44.000 millones de euros entre 2025 y 2030, lo que supone un incremento del 3,2% en 2030 con respecto al escenario tendencial. Y se prevé la creación de 363.000 y 560.000 puestos de trabajo en 2025 y 2030, respectivamente, gracias, entre otros factores, al relevante papel que jugará la reindustrialización.
En concreto, la generación de empleo, que se reparte por todos los sectores económicos, tendrá especial incidencia en industria, energía o construcción.
Además, el documento predice que la integración de energías renovables y el incremento de la eficiencia energética redundarán en menores costes para hogares y empresas. El gasto energético medio de las familias equivalía al 7,8% de su presupuesto en 2019, y gracias a las medidas del PNIEC 2013, de acuerdo con los escenarios de precios barajados por la Comisión Europea, bajarán hasta un 5,7% al final de la década.
El beneficio será mayor para los hogares con menores ingresos, que verán incrementada su renta bruta disponible en mayor proporción.
Recomendaciones de la Comisión Europea
En la evaluación del PNIEC 2021-2030 de España, la Comisión Europea consideró que era una sólida base para la recuperación económica tras el impacto de la COVID-19. Se destacaron como principales elementos positivos las trayectorias indicativas para las renovables en los sectores de generación eléctrica, transporte, y calefacción y refrigeración; y la descripción de cómo se acelerará el despliegue de energías renovables; junto a otras cuestiones relacionadas con la seguridad energética, los objetivos ambiciosos para la producción de gases renovables y almacenamiento energético, y medidas concretas para alcanzar los objetivos de eficiencia energética.
Ahora, la actualización del PNIEC incorpora recomendaciones de la Comisión Europea y más de 12.000 aportaciones de distintas administraciones, sectores económicos, ONG y sociedad civil en general, que han participado en un amplio proceso de audiencia pública.
Protección del medio ambiente
Además, el documento también se ha adaptado al contexto más reciente, como la Declaración Ambiental Estratégica, que refuerza el compromiso del PNIEC con el territorio con medidas específica y una amplia propuesta reflejada en el Estudio Ambiental. Entre otras cuestiones, se valoran positivamente elementos de integración ambiental incorporados en el Estudio Ambiental Estratégico.
Este estudio concluye que los efectos globales de la actualización del PNIEC arrojan un balance ambiental favorable. En primer lugar, por la transcendencia de sus efectos positivos en materia de mitigación de emisiones y lucha contra el cambio climático y, en segundo lugar, por la posibilidad de mitigar sus efectos potencialmente negativos, garantizando el cumplimiento de los estándares y objetivos de calidad ambiental establecidos.
El PNIEC es la herramienta de planificación estratégica nacional que integra la política de energía y clima, y refleja la contribución de España a la consecución de los objetivos establecidos en el seno de la Unión Europea. Con esta actualización, se eleva la ambición climática y la capacidad de España para captar las oportunidades de la transición ecológica. Tras la aprobación por el Consejo de Ministros, el Gobierno enviará a la Comisión Europea este plan que mejora en gran medida los objetivos energéticos y climáticos de las primeras versiones.