Según la última encuesta del Eurobarómetro publicada por la Comisión Europea, para recabar la opinión de los ciudadanos de la UE sobre una serie de cuestiones relacionadas con la política energética de la UE, cuando se les preguntó qué significa para ellos una política energética europea, la mayoría de los encuestados dieron prioridad a garantizar precios de energía asequibles para los consumidores. Esta cuestión se encuentra entre las tres primeras en 25 Estados miembros.
La mayoría de los ciudadanos europeos (77%) afirma que la Unión Europea debería desempeñar un papel más destacado en materia de energía, en función de las diferentes circunstancias. De cara al futuro, los encuestados expresan su apoyo a una mayor coordinación a escala de la UE, e incluso mayores esfuerzos a escala nacional y de la UE para hacer que los precios de la energía sean más asequibles.
Según se refleja en la encuesta, el 79% está de acuerdo en que los objetivos climáticos europeos estimularán nuevos puestos de trabajo y atraerán inversiones en el sector de las energías limpias; el 76% considera que las políticas europeas reducirán la dependencia de las importaciones de energía; y el 69% cree que garantizarán una reducción de las facturas energéticas para los hogares y las empresas.
Para garantizar el cumplimiento de estos objetivos, el 62% afirma que Europa debería diversificar sus fuentes de energía, invirtiendo en energías renovables, y el 54% afirma que se debe ahorrar energía siempre que sea posible.
Valoración de la política energética de la Unión Europea
Cuando a los encuestados se les pregunta qué significa para ellos la política energética de la UE, sus respuestas hacen especial hincapié en la asequibilidad de la energía. En primer lugar, el 40% de los encuestados (+13 puntos porcentuales desde 2019) afirmó que la política energética de la UE debería garantizar unos precios de la energía más asequibles para los consumidores; mientras que el 33% (+9 puntos porcentuales desde 2019) afirmó que la UE debería invertir en tecnologías energéticas innovadoras; y el 30% que debería centrarse en reducir el consumo de energía (+2 puntos porcentuales).
En cuanto a las políticas de la UE de los últimos cinco años que han aportado valor añadido a los Estados miembros, el 35% de los ciudadanos destacó el apoyo a las inversiones en energías renovables y el 27% afirmó que la UE tiene un valor añadido al invertir en tecnologías energéticas innovadoras.
Además, el 25% afirmó que Europa ha contribuido a garantizar que los precios de la energía sean lo más asequibles posible, y otros afirmaron haber facilitado a los consumidores la elección de suministros de energía (24%) o productos eficientes desde el punto de vista energético (18%).
Políticas para alcanzar la neutralidad climática
De cara al futuro, cuando se les pide que elijan de una lista de opciones políticas para alcanzar la neutralidad climática, la mayoría de los encuestados responde que la UE debería animar a los Estados miembros a centrarse en medidas que apoyen a los hogares en situación de pobreza energética (53%), reducir el consumo de energía (50%) o medidas que ayuden a los ciudadanos a producir o consumir energía procedente de fuentes renovables (50%).
El 38% de los encuestados afirmó que la UE debería animar a los Estados miembros a centrarse en medidas para las industrias y las empresas. Cuando se le preguntó qué políticas específicas contribuirían a este objetivo, el 35% indicó que la UE debería hacerlo apoyando la innovación en tecnologías limpias, mientras que el 30% cree que debería incentivar el ahorro de energía.
Facturas más asequibles y tecnologías energéticas innovadoras
En este enlace se puede encontrar el informe completo sobre los resultados de la encuesta y las fichas nacionales. A nivel nacional, el porcentaje de encuestados que afirman que, para ellos, la política energética europea significa garantizar precios de energía más asequibles para los consumidores varía considerablemente, desde el 51% en Grecia, el 50% en Lituania, el 22% en Suecia y el 27% en Polonia.
Por su parte, los encuestados en España (39%), Italia, Países Bajos y Suecia (38% cada uno) son los más propensos a afirmar que la política energética significa invertir en tecnologías energéticas innovadoras.