La Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) ha publicado el informe ‘World Energy Outlook 2024’ (Perspectivas energéticas mundiales 2024), que destaca la necesidad de desarrollar políticas más sólidas y mayores inversiones para acelerar y ampliar la transición hacia tecnologías más limpias y seguras, ante los conflictos regionales y las tensiones geopolíticas que están poniendo de relieve importantes fragilidades en el sistema energético mundial actual. En el contexto de la transición energética, subraya la importancia de invertir en nuevos sistemas energéticos, especialmente en redes eléctricas y almacenamiento de energía.
Las predicciones de la última edición del informe World Energy Outlook (WEO) basadas en las políticas actuales indican que las fuentes de bajas emisiones generarán más de la mitad de la electricidad mundial antes de 2030, y se prevé que la demanda de los tres combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas) alcance su punto máximo a finales de la década. El documento indica que la energía limpia se está integrando en el sistema energético a un ritmo sin precedentes, pero su implementación está lejos de ser uniforme en todas las tecnologías y mercados.
En este contexto, el informe WEO 2024 también muestra que los contornos de un nuevo sistema energético más electrificado están cobrando forma a medida que aumenta la demanda mundial de electricidad. Según las cifras del documento, el uso de electricidad ha crecido a un ritmo dos veces superior al de la demanda energética general durante la última década, y dos tercios del aumento mundial de la demanda de energía eléctrica durante los últimos diez años provino de China.
Inversión en redes eléctricas y almacenamiento de energía
Se prevé que el aumento de la demanda mundial de electricidad se acelere aún más en los próximos años, sumando el equivalente a la demanda japonesa al uso mundial de electricidad cada año en un escenario basado en las configuraciones políticas actuales. Y para que la energía limpia siga creciendo al mismo ritmo, el informe subraya que es necesario invertir mucho más en nuevos sistemas energéticos, especialmente en redes eléctricas y almacenamiento de energía.
Según la publicación, en la actualidad, por cada dólar que se gasta en energía renovable, se gastan 60 centavos en redes y almacenamiento, lo que pone de relieve que la infraestructura de apoyo esencial no sigue el ritmo de las transiciones hacia la energía limpia. El documento destaca que la descarbonización segura del sector eléctrico requiere que la inversión en redes eléctricas y almacenamiento aumente incluso más rápidamente que la generación limpia, y que la proporción de inversión se reequilibre.
Además, el documento también indica que, a pesar del creciente impulso de la transición hacia la energía limpia, el mundo aún está muy lejos de una trayectoria alineada con sus objetivos de cero emisiones netas. Las decisiones de los gobiernos, los inversores y los consumidores con demasiada frecuencia afianzan las fallas del sistema energético actual, en lugar de impulsarlo hacia una senda más limpia y segura, según el informe.
El informe WEO 2024 refleja las incertidumbres del mundo energético actual e incluye un análisis sobre la velocidad a la que podrían crecer las energías renovables y la movilidad eléctrica, y cómo las olas de calor, las políticas de eficiencia y el auge de la inteligencia artificial (IA) podrían afectar a la demanda de electricidad en el futuro.
Por último, el informe ‘World Energy Outlook 2024’ destaca que es necesario crear un nuevo sistema energético que perdure, que dé prioridad a la seguridad, la resiliencia y la flexibilidad, y que garantice que los beneficios de la nueva economía energética sean compartidos e inclusivos.