En el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2024, la COP29, que se celebra del 11 al 22 de noviembre en Azerbaiyán, la Agencia Internacional de las Energías Renovables (Irena) ha publicado las Perspectivas de la transición energética mundial para 2024 (World Energy Transitions Outlook 2024). El informe muestra que las promesas actuales de los países podrían reducir las emisiones globales de CO2 relacionadas con la energía en un 3% para 2030 y en un 51% para 2050. No obstante, según el documento, incluso si todos los anuncios de la COP hasta la fecha se implementaran en su totalidad, aún sería necesario cerrar una importante brecha de emisiones de CO2 para 2050.
El Escenario de 1,5 °C de Irena, establecido en el informe, describe una trayectoria de cero emisiones netas para mediados de siglo y ofrece un marco para que los gobiernos desarrollen estrategias de transición energética que alineen mejor la planificación energética con las políticas climáticas para canalizar la inversión.
Alcanzar los objetivos globales de triplicar la capacidad de energía renovable y duplicar la eficiencia energética para 2030, como se acordó en la COP28, mantendría la transición energética en el camino hacia las cero emisiones netas para 2050. Sin embargo, el informe indica que sigue habiendo una brecha importante entre los anuncios políticos y los planes y políticas reales.
En concreto, los planes y objetivos nacionales están previstos para generar solo la mitad del crecimiento necesario en energía renovable para 2030. El informe destaca que las inversiones en energía renovable, redes eléctricas y flexibilidad, eficiencia energética y conservación, deben aumentar drásticamente para cumplir con los objetivos de energía renovable y eficiencia. Además, el documento también indica que existen grandes disparidades geográficas en términos de inversiones y adiciones de energías renovables, lo que genera desigualdades en la transición energética mundial.
Protagonismo de las energías renovables
En el escenario de 1,5 ° C de Irena, las fuentes de energía renovables proporcionarían la mayor parte de la combinación energética, representando el 68% y el 91% del suministro total de electricidad en 2030 y 2050, respectivamente. Para 2050, se requiere una profunda transformación de los sectores de la energía y el uso final para permitir las altas proporciones de energía renovable que requiere la transición energética.
A nivel mundial, la expansión de la electricidad renovable facilitará la transición hacia el abandono de los combustibles fósiles en el sector energético. Los combustibles fósiles se reducirán significativamente de una participación dominante del 61% en el mix energético mundial actual al 24% en 2030 y al 4% en 2050.
Redes eléctricas más fuertes y flexibles
El informe destaca que la transición energética requiere redes eléctricas más fuertes y flexibles, lo que se puede lograr mediante soluciones de almacenamiento de energía, gestión de la demanda y tecnologías y estrategias de acoplamiento entre sectores.
Por otro lado, mientras los países se preparan para la tercera ronda de contribuciones determinadas a nivel nacional en 2025, el documento indica la importancia de que se alineen mejor con los planes nacionales de energía y los objetivos de cero emisiones netas. En concreto, Irena ya está trabajando con 101 partes del Acuerdo de París en la actualización e implementación de las contribuciones determinadas a nivel nacional.