Los gobiernos que forman parte de la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) han actualizado el conjunto de principios, conocidos como los Objetivos Compartidos de la IEA, que destacan las áreas prioritarias para garantizar simultáneamente la seguridad energética y avanzar en la transición energética. Los Objetivos Compartidos revisados cubren una amplia gama de áreas clave, como la seguridad energética, las cadenas de suministro de tecnologías de energía limpia y minerales críticos, los mercados energéticos efectivos, la diversificación del sector energético, las transiciones energéticas centradas en las personas, la innovación, datos y estadísticas energéticas precisos, entre otros ámbitos.
Los Objetivos Compartidos reflejan el consenso de los gobiernos miembros de la Agencia Internacional de la Energía, entre los que figura el de España. Cualquier país que desee convertirse en miembro de la IEA debe respaldarlos como parte del proceso de adhesión. Los Objetivos Compartidos ofrecen un conjunto de directrices generales para el trabajo de la Secretaría de la IEA, permiten la coordinación y la cooperación con los países socios y las partes interesadas del sector, y sirven como punto de referencia para las revisiones exhaustivas de la política energética.
El nuevo conjunto de objetivos se basa en la primera versión de 1993 y al mismo tiempo se inspira en los comunicados conjuntos de las Reuniones Ministeriales de la IEA de 2022 y 2024.
Objetivos compartidos de la Agencia Internacional de la Energía
La IEA ofrece análisis autorizados, datos, recomendaciones de políticas y soluciones del mundo real para ayudar a los países, dentro y fuera de la IEA, en el esfuerzo global por mantener la seguridad energética, acelerar las transiciones hacia la energía limpia con miras a alcanzar emisiones netas de gases de efecto invernadero a nivel mundial para 2050 y garantizar el acceso a energía asequible y limpia para todos.
Los miembros de la IEA buscan crear marcos de políticas consistentes con los siguientes objetivos compartidos: impulsar las transiciones energéticas, garantizar la seguridad energética, la promoción de la energía limpia y de cadenas de suministro seguras, la diversificación de las fuentes de energía, aumentar la eficiencia del sistema energético, mantener mercados abiertos y transparentes, el fomento de la investigación, el desarrollo y la implantación en el mercado de tecnologías energéticas nuevas y mejoradas, evitar los impactos ambientales, proporcionar datos y estadísticas precisos y granulares, y la aplicación de valores compartidos.
Los Objetivos Compartidos también proporcionan directrices generales para el trabajo de la Secretaría de la AIE, permiten la coordinación y la cooperación con los países socios y las partes interesadas del sector, y sirven como punto de referencia para las revisiones exhaustivas de la política energética.