Eurelectric ha publicado un nuevo informe titulado ‘Descarbonizando la distribución’ sobre las huellas de carbono y las estrategias de mitigación de los operadores de sistemas de distribución (DSO). En base a las mejores prácticas de sus miembros, también incluye recomendaciones de políticas para reducir las emisiones de los DSO.
En los últimos 30 años, la demanda de energía en la Unión Europea ha aumentado en 500 TWh, y se espera que en los próximos 30 años se añadan 2.000 TWh de demanda. Esto supondrá que los DSO tendrán que suministrar más energía a más consumidores de manera confiable, a la vez que reducen la huella de carbono de sus operaciones diarias. Por lo tanto, desempeñan un papel destacado en la transición hacia una sociedad más electrificada y descarbonizada.
La Directiva europea de informes de sostenibilidad corporativos (CSRD) será aplicable para muchas empresas en 2025. Establece nuevos estándares de transparencia, especialmente en lo que respecta a la huella de carbono, incluidas las emisiones directas e indirectas.
En este contexto, el nuevo informe de Eurelectric muestra que las emisiones indirectas de alcance 2 y 3 constituyen la mayor parte de las emisiones de los DSO europeos, vinculadas principalmente a los componentes de la red y las pérdidas eléctricas. El documento refleja que para el DSO promedio las emisiones relativas de alcance 1 representan el 4%, las del alcance 2 el 43% y las de alcance 3 el 54% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero.
Emisiones de los DSO
Según el informe de Eurelectric, las emisiones directas de alcance 1 de los DSO provienen principalmente de los combustibles de los vehículos de la flota utilizada, los cuadros de distribución de los componentes de la red eléctrica y los generadores de emergencia. Para reducir estas emisiones, los DSO están apostando por los vehículos eléctricos, los drones y cuadros de distribución libres de SF6.
En cuanto a las emisiones indirectas de alcance 2 derivadas de la generación de energía comprada, están relacionadas casi exclusivamente con las pérdidas de electricidad que se producen durante la transmisión de energía a través de las líneas de distribución. En menor medida, están vinculadas al consumo de electricidad, calefacción y refrigeración de los edificios de oficinas, y a las instalaciones de red de los DSO. Estas emisiones se pueden reducir con la adquisición de activos de red eficientes y de electricidad limpia o el aumento de los niveles de voltaje hasta el límite físico.
La mayoría de las emisiones indirectas de alcance 3 se emiten ascendentemente durante la producción y entrega de bienes y servicios adquiridos y utilizados en las operaciones: fabricación, transporte e instalación de componentes de infraestructura de red, servicios subcontratados para la construcción y el mantenimiento, residuos generados por activos obsoletos, etc. Para su mitigación, los operadores pueden optar por activos sostenibles al ampliar la infraestructura y planificar de forma proactiva la reducción de las emisiones a largo plazo; inversiones anticipadas en la red, considerando las futuras demandas energéticas y los avances tecnológicos; y la modernización, reutilización y reciclaje.
Recomendaciones de Eurelectric
Entre las recomendaciones, Eurelectric señala que los objetivos climáticos fijados para 2030, 2040 y 2050 deben seguir siendo una prioridad, es decir, la regulación debe incentivar la adquisición de activos sostenibles y priorizar los beneficios ambientales y sociales a largo plazo junto con la rentabilidad para el cliente.
También apunta que cualquier iniciativa de sostenibilidad debe abarcar un enfoque de ciclo de vida que involucre toda la cadena de valor, minimizando la demanda de materias primas, promoviendo el uso óptimo de los activos existentes y contribuyendo a una economía circular.
Para informar sobre las emisiones de electricidad, afirma que los gestores de redes de distribución deberían tener la posibilidad de optar por la metodología más adecuada entre la basada en el mercado y la basada en la localización. Al permitir ambos métodos, se apoyan las inversiones privadas necesarias para impulsar la producción de energía renovable y alcanzar los objetivos de la Unión Europea.