El Consejo de Gobierno del Cabildo de Gran Canaria ha aprobado la Agenda de Transición Energética de Gran Canaria 2040. El objetivo de la agenda es avanzar hacia un modelo energético basado en las energías renovables que permita la mejora de la resiliencia climática, una economía baja en carbono y garantizar la soberanía energética de la isla. El texto permitirá a Gran Canaria alinearse con los retos europeos de descarbonización y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas para 2030.
El texto, elaborado con el respaldo técnico de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y basado en un diagnóstico energético realizado por el Consejo Insular de la Energía (CIEGC), se aprobó después de un proceso participativo en el que se involucró al sector público y privado, así como a la ciudadanía. El Consejo Insular de la Energía será el ente responsable de la puesta en marcha, implementación y actualización de la Agenda de Transición Energética de Gran Canaria.
Descarbonización del sistema eléctrico en 2040
Entre las principales conclusiones de la estrategia se destaca el potencial de las energías renovables en Gran Canaria, especialmente en los sectores solar y eólico, y se analizan varios escenarios de descarbonización, que contemplan un incremento sustancial de la generación renovable, la mejora de la eficiencia energética y la electrificación del transporte.
Esto lleva implícito una reducción de la dependencia energética de los combustibles fósiles, potenciando además la autogeneración energética en los sectores domésticos e industriales. Además, se subraya la necesidad de desarrollar capacidades de almacenamiento de energía, como las baterías y sistemas de hidrobombeo, como el Salto de Chira, para garantizar la estabilidad del sistema eléctrico y la integración de fuentes renovables.
Los principales hitos que recoge la agenda para el año 2030 son la reducción del 50% en el uso de combustibles fósiles en el mix eléctrico respecto a 2019, obtener una penetración de renovables de un 60%, con avances en la eólica marina y la repotenciación de los parques eólicos terrestres.
De cara a 2040, se prevé la descarbonización completa del sistema eléctrico, la operatividad del Salto de Chira y la implementación de una infraestructura energética optimizada con sistemas de almacenamiento avanzados, incluyendo baterías y redes eléctricas inteligentes para maximizar el uso de renovables. Estos hitos reflejan la transformación integral del sistema energético insular hacia un modelo resiliente y sostenible.