El proyecto il.lumina contempla una inversión de 100 millones de euros para el rediseño de la red eléctrica de distribución afectada por la dana en la provincia de Valencia el pasado mes de octubre. Iberdrola ha presentado este proyecto para que la red esté preparada para fenómenos extremos que en el futuro pudieran ocurrir. Se contemplan medidas de resiliencia a las infraestructuras eléctricas, los últimos estándares de digitalización y un aumento del nivel de automatización de las instalaciones.
Para poder llevar a cabo la construcción de una red eléctrica de distribución del futuro se van a incorporar medidas de resiliencia a las infraestructuras eléctricas que conllevan cambios de diseño en los activos, y se dotarán de los últimos estándares de digitalización que beneficiarán a 650.000 clientes, todo ello en coordinación con las actuaciones que las distintas administraciones públicas lleven a cabo.
Se va a incrementar el nivel de automatización de las instalaciones e incorporar nuevos transformadores inteligentes (i-trafo), que van a permitir aumentar la calidad del suministro eléctrico, y se van a llevar a cabo soterramientos de líneas eléctricas aéreas, así como la elevación y compactación de subestaciones transformadoras.
Proyecto il.lumina
A finales de 2024 ya se comenzó con las diferentes fases del proyecto con la recuperación de la infraestructura de alta tensión de 132 kV de la zona de Catadau y Carlet, y ya se ha hecho acopio de todo el material necesario para poder desarrollarlo, tanto en el apartado de centros de transformación y red de baja y media tensión, como en el de subestaciones eléctricas. Está previsto alcanzar el 90% de la ejecución del proyecto en 2025 y finalizar a lo largo de 2026.
Para minimizar las molestias en los municipios es los que ya se está trabajando, i-DE ha introducido mejoras en los avisos de cortes programados y está implementando medidas especiales como la instalación de grupos electrógenos y realización de trabajos nocturnos.
Esta nueva red estará ejecutada en pocos meses gracias a la creación de un equipo específico formado por 35 personas que se está dedicando exclusivamente al proyecto il.lumina. El equipo se divide en cinco áreas operativas bajo una misma dirección y cuenta con siete áreas de soporte para coordinar el trabajo de los aproximadamente 1.000 operarios de empresas contratistas que van a ser necesarios, que en su mayoría serán de implantación local.
Instaladores eléctricos en edificios y viviendas
En el marco el acuerdo entre la compañía y la Generalitat Valenciana, por el que se está colaborando con la Federación Empresarial Metalúrgica Valenciana (FEMEVAL), se continúa con el envío de brigadas de instaladores eléctricos a los edificios y viviendas particulares afectados por las inundaciones. El objetivo es revisar y reparar las instalaciones eléctricas de enlace y comprobar los cuadros eléctricos.
Y también se siguen atendiendo las necesidades que puedan surgir a los diferentes ayuntamientos con la restauración del servicio al alumbrado público. Iberdrola continúa en permanente contacto con las distintas administraciones públicas (estatal, autonómica y local) para informar de la situación y de su evolución.
Recuperación del suministro eléctrico
La dana del pasado 29 de octubre en la provincia de Valencia provocó que cerca de 180.000 clientes estuvieran sin suministro eléctrico en las zonas de l’Horta Sud, Catadau-Carlet y Requena-Utiel-Buñol. Desde un primer momento i-DE movilizó a aproximadamente 500 personas, entre personal propio y de empresas contratistas tanto de la Comunidad Valenciana como de otras regiones del resto de España, para proceder a la reposición del servicio y a la reparación de las instalaciones eléctricas afectadas conforme iba siendo posible el acceso.
La actuación y la movilización de todos los recursos, incluidos la instalación de más de 120 grupos electrógenos, permitieron a Iberdrola recuperar aproximadamente la mitad del suministro eléctrico afectado en apenas 24 horas, el 85% a las 48 horas y en poco más de 72 horas ya estaba prácticamente todo repuesto.
El papel de las centrales eléctricas
El temporal provocó la caída de varias líneas de transporte y de distribución que pusieron en un aprieto al sistema eléctrico por la dificultad para mantener el equilibrio energético en la zona, lo que hubiera agravado la situación provocada por las inundaciones.
En este escenario, las principales centrales de generación eléctrica en la Comunidad Valenciana fueron fundamentales para garantizar el suministro eléctrico y evitar un apagón generalizado en la zona. Se trata de la central nuclear de Cofrentes, la central hidroeléctrica de bombeo de La Muela y la central de ciclo combinado de Castellón, todas ellas gestionadas por Iberdrola y que, en su conjunto, suman más de 4.200 MW de potencia instalada.
Las primeras oscilaciones en la red de transporte provocaron que la central nuclear de Cofrentes tomara la decisión de reducir la carga de la planta para evitar que se produjera un disparo de la central por la inestabilidad en la tensión debido a la caída de la infraestructura del entorno de la subestación de Catadau. Esta maniobra de reducción de carga permitió a la central continuar generando energía y logró contribuir a seguir inyectando electricidad al sistema.
Además, ante la urgente necesidad de salvaguardar el suministro eléctrico en la zona, Red Eléctrica solicitó la entrada en funcionamiento de la central hidroeléctrica de La Muela, que en cuestión de minutos comenzó a operar con toda la capacidad disponible. Y otro de los grandes centros de producción de energía en la comunidad autónoma, la central de ciclo combinado de Castellón, tuvo que ponerse en marcha de forma urgente, acortando los plazos habituales de los procesos de conexión, para contribuir a la garantía del suministro eléctrico.
Pese a las dificultades, Iberdrola tuvo la capacidad de restaurar todo el suministro eléctrico en menos de 72 horas. Ahora, con la prioridad de mirar al futuro y contar con una red de distribución aún más eficiente, durante todo este año el proyecto il.lumina trabajará para rediseñar la red eléctrica afectada en Valencia. Las infraestructuras eléctricas incorporarán medidas de resiliencia e incluirán los últimos estándares de digitalización y automatización. El objetivo es que el proyecto se ejecute al 90% en 2025, para finalizar en 2026.