La International Smart Grids Action Network (ISGAN) ha publicado un documento de debate que ofrece información sobre cómo los Operadores de Sistemas de Distribución (DSO) pueden aprovechar la gestión activa del sistema eléctrico para gestionar sus redes de forma rentable y segura. Los temas clave que se analizan en el documento se basan en las adquisiciones flexibles basadas en el mercado por parte de los DSO, las herramientas de red de apoyo para la gestión activa del sistema, y la aplicabilidad de los mecanismos de flexibilidad energética y su relación con las inversiones.

La información que se analiza en el documento surge de una serie de talleres interactivos celebrados con miembros de ISGAN y otras partes interesadas, complementados con estudios de casos, hallazgos de proyectos de investigación y experiencias del mundo real compartidas por ISGAN.
El documento de debate plantea varios desafíos y propone diferentes soluciones para superarlos.
La flexibilidad energética en el ámbito de los DSO
En general, el informe concluye que el desafío de integrar la flexibilidad en el ámbito de los DSO es complejo y requiere orientación e investigación adicionales sobre cómo equilibrar correctamente los diferentes mecanismos de flexibilidad y las inversiones en la red eléctrica. Esto incluye el desarrollo de criterios, metodologías y métodos de cuantificación adecuados.
Según el informe, entre los factores clave que se deben considerar en esta evaluación figura la viabilidad económica, que abarca los costes y beneficios de las soluciones, lo que requiere un análisis de coste-beneficio social. En concreto, este análisis debe tener en cuenta el coste de las oportunidades de las alternativas a la flexibilidad.
Además, el documento indica que la confiabilidad y la disponibilidad de la flexibilidad energética (incluida la liquidez del mercado) son factores cruciales; que debe considerarse la compatibilidad con los contextos regulatorios actuales y futuros; que la metodología debe tener en cuenta los impactos económicos y ambientales a largo plazo; y, finalmente, que debe tenerse en cuenta la participación esperada de los usuarios con las soluciones propuestas y la experiencia de los DSO.