Un propietario de un vehículo eléctrico (VE) en Europa podría ahorrar entre 450 y 2.900 euros al año utilizando la carga inteligente y bidireccional, según el nuevo informe ‘Conectando al potencial: liberando la flexibilidad desaprovechada de los VE’, de la federación de la industria eléctrica europea Eurelectric y EY.

El documento explora cómo la carga inteligente unidireccional, que permite a los vehículos eléctricos extraer energía de la red en momentos óptimos, y la tecnología de vehículo a red (V2G), que permite a los VE extraer energía y devolverla a la red, pueden reducir el coste total de propiedad (TCO) para los consumidores, proporcionar soluciones de equilibrio de la red y acelerar la adopción de energías renovables.
Mediante la carga inteligente, las baterías de los vehículos eléctricos pueden almacenar el exceso de electricidad y, con las tecnologías de vehículo a red, pueden revenderla a la red en momentos de máxima demanda, lo que contribuye a equilibrar la red eléctrica, reducir la congestión e integrar las energías renovables variables.
Flexibilidad de la red eléctrica
Eurelectric y EY predicen que, para 2030, habrá más de 50 millones de vehículos eléctricos en las carreteras de Europa, lo que representa el 15% del parque vehicular total. A medida que la electrificación se acelera, garantizar la rentabilidad, la estabilidad y la eficiencia de la red eléctrica requerirá gestionar cómo y cuándo se cargan los vehículos eléctricos y utilizar la electricidad almacenada en la batería para proporcionar servicios de flexibilidad a la red eléctrica.
Según el informe, aprovechar la flexibilidad de los vehículos eléctricos puede reducir significativamente el coste total de propiedad para los consumidores en comparación con un vehículo con motor de combustión interna. EY calcula que, con solo cambiar a un vehículo eléctrico equivalente, se podrían lograr ahorros anuales del 4% en el segmento compacto, del 9% en el segmento de los coches familiares y del 14% en los vehículos utilitarios deportivos (SUV) de gran tamaño, en promedio, en seis mercados clave de Europa.
Sin embargo, aunque los ahorros varían de un mercado a otro, el estudio concluye que cuando se carga de forma óptima y se recompensa por vender energía a la red, el TCO del vehículo se reduce significativamente. Por ejemplo, en el Reino Unido, un propietario de un vehículo eléctrico compacto podría ahorrar hasta un 19% (1.230 euros al año). En Alemania, Suecia y España, el TCO podría reducirse hasta en un 14%. En Francia y los Países Bajos, se podrían conseguir ahorros del 7% y el 9%, respectivamente.
Por su parte, el segmento familiar podría recompensar a los conductores con un ahorro anual del 15% (1.200 euros) en Francia, que aumentaría hasta el 23% (1.800 euros anuales) en Alemania. En el segmento SUV, los conductores del Reino Unido podrían conseguir ahorros de hasta un 26% anual, mientras que sus homólogos alemanes podrían disfrutar de ahorros del 29% (3.000 euros).
Carga inteligente y V2G
La carga inteligente y la tecnología V2G también son esenciales para gestionar la congestión de la red y reducir los costes de inversión. El informe concluye que, al invertir con antelación para satisfacer la demanda futura, optimizar la red y aprovechar la flexibilidad de los activos disponibles, los operadores de red europeos podrían beneficiarse de un ahorro proyectado de 4.000 millones de euros cada año.
Para 2030, los vehículos eléctricos podrían contribuir hasta el 4% del suministro energético anual de Europa, lo que equivale a 114 TWh, suficiente para abastecer a 30 millones de hogares. Para 2040, si todos los vehículos eléctricos son capaces de cargarse bidireccionalmente, más del 10% de las necesidades energéticas de Europa podrían almacenarse y reinyectarse cuando sea necesario.
Asimismo, el informe destaca que los casos de precios negativos de la electricidad aumentaron un 160% interanual. Se registraron en casi todos los mercados eléctricos europeos, impulsados por el crecimiento de la capacidad de generación subvencionada e insensible a los precios, como la energía nuclear y la solar sobre tejado, junto con la baja demanda.
Por último, se prevé que la demanda energética de Europa superará los 4.500 TWh en 2050, por lo que el informe concluye que la carga inteligente y el V2G deben integrarse ahora en la planificación del sistema energético, fomentando la participación de los consumidores en la flexibilidad.