Cinco proyectos han sido evaluados favorablemente en el marco de la convocatoria de acceso al banco de pruebas regulatorio –o sandbox– para el fomento de la investigación y la innovación en el sector eléctrico. Esta iniciativa, la primera de sus características en España, representa un paso hacia delante en la flexibilización del sistema eléctrico para adaptarlo a las nuevas necesidades del sector.

Según la relación publicada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), los proyectos que han recibido luz verde son el de Soluciones de flexibilidad en redes de distribución (S2F) -de una agrupación de 10 distribuidores, OMIE, Universidad de Comillas, CIDE, ASEME y AELEC- que propone casos de uso con mercados locales de flexibilidad y capacidad de acceso flexible; y el proyecto Almacenamiento ciudadano, de EDP Clientes, que pretende demostrar que se puede compatibilizar el funcionamiento de una batería BTM que gestione la curva de demanda del cliente con el vertido de excedentes a la red eléctrica, asimilándolo a una instalación de autoconsumo, como primer paso para gestionar esos excedentes de forma agregada.
El tercer proyecto se denomina I-flex, de IGNIS Energía, que propone crear los incentivos adecuados que permitan la flexibilización de la demanda, almacenamiento y generación renovable, y eliminar las barreras regulatorias para la participación en los mercados de balance.
Y los otros dos proyectos son Flexability -de una agrupación formada por Francisco Espinosa y asociados Servicios de Gestión de Energía, Galp Energia España, Ferrovial Construcción, Indra, OMIE, ETECNIC Movilidad Eléctrica, Norvento y Green Eagle Solutions-, que consiste en realizar pruebas para ayudar a definir el modelo de negocio del agregador independiente en los mercados de energía y en los nuevos mercados locales de flexibilidad; y el proyecto de almacenamiento compartido distribuido Energía del Prat -de Comunità Energía del Prat SL, Olivoenergy Consulting SL, Bamboo Energy Platform SL, IREC y OMIE- que consiste en el despliegue de recursos energéticos distribuidos de almacenamiento compartido a nivel local a través de baterías y gestionado por una comunidad energética.
Sandbox para la innovación en el sector eléctrico
Con el objetivo final de dar lugar a una innovación regulatoria, el sandbox permite establecer un entorno controlado para proyectos piloto innovadores que requieran aplicar exenciones de la regulación sectorial para su desarrollo. La duración máxima de la participación en el banco de pruebas será de dos años.
El sandbox se ha realizado gracias a un estrecho contacto entre los organismos reguladores para garantizar un encaje ordenado en el sistema y sin riesgos para su seguridad.
Los proyectos que han recibido evaluación previa favorable deberán suscribir un protocolo de pruebas con la Secretaría de Estado de Energía, y en la mayoría de los casos también con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), dada la naturaleza de las exenciones.
Nuevos modelos de negocio en la transición energética
Además, cuatro de los cinco proyectos piloto descritos están dentro de la propuesta de resolución definitiva de la primera convocatoria de ayudas para nuevos modelos de negocio en la transición energética dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).
La propuesta de resolución propone la adjudicación de 103 millones para los 98 proyectos seleccionados, entre los que se encuentran cuatro de los cinco proyectos incluidos en el sandbox, que recibirán un apoyo financiero de 10 millones de euros.
La convocatoria de nuevos modelos de negocio se articula a través de tres líneas de actuación diferentes denominadas ‘Innovación en la transición energética’ (17,5 millones de euros para 22 proyectos), ‘Descarbonización del sector energético y la mejora de la integración de energías renovables’ (37 proyectos y 57,8 millones) y ‘Startups para la transición energética’ (39 proyectos y 27,7 millones).