El proyecto S2F (Soluciones de flexibilidad en redes de distribución) tiene como objetivo probar la implementación futura de servicios de flexibilidad en redes de distribución eléctrica, como solución para mejorar la eficiencia de la red y acelerar la descarbonización de la economía, identificando posibles soluciones técnicas y regulatorias, así como las mejores prácticas para su puesta en marcha a nivel nacional. El proyecto ha sido aprobado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) y desplegará cerca de 30 pilotos en diferentes puntos del territorio español. La implementación de los servicios de flexibilidad permitirá acelerar la transición energética y dotar a la red de distribución eléctrica de una mayor eficiencia.

El proyecto S2F, propuesto por las empresas de distribución de energía eléctrica nacionales, es uno de los cinco proyectos aprobados por el Miteco para acceder al sandbox o banco de prueba regulatorio para la innovación en el sector eléctrico. Se ampara en el Real Decreto 568/2022 que habilita los proyectos de demostración regulatoria para experimentar futuros desarrollos normativos en pilotos localizados, en ámbitos limitados y controlados, antes de su aprobación definitiva.
El sandbox ofrece a los innovadores la oportunidad de realizar pruebas durante un periodo determinado y contar con un número limitado de clientes, al objeto de que la prueba tenga objetivos de aprendizaje explícitos para comprobar la viabilidad del modelo y con ello que el regulador pueda tenerlos en cuenta durante el desarrollo de futuras políticas.
Confluencia de agentes en el proyecto S2F
Los operadores de la red distribución en España, Anell (distribuidora del grupo Estabanell), Distribuidora Eléctrica Bermejales (distribuidora de Cuerva), E-Distribución (distribuidora de Endesa), E-Redes y Viesgo (distribuidoras del grupo EDP), Electra Conilense, Distribución Eléctrica Crevillent (distribuidora del Grupo Enercoop), Compañía Melillense de Gas y Electricidad S.A. (Gaselec), I-DE Redes Eléctricas Inteligentes (distribuidora del grupo Iberdrola en España) y UFD (distribuidora del grupo Naturgy), junto con las asociaciones AELĒC, ASEME y CIDE, y el operador del mercado ibérico de electricidad OMIE (OMI Polo Español), se han unido para realizar esta propuesta.
Además, el proyecto cuenta con la participación de la Universidad Pontificia Comillas como socio académico.
Esta amplia confluencia de agentes permitirá optimizar recursos, aprovechar sinergias, compartir mejores prácticas y probar situaciones heterogéneas en el ámbito nacional, estableciendo una respuesta conjunta.
Demostradores de flexibilidad en las redes de distribución eléctrica
Los servicios de flexibilidad que van a ponerse en práctica se organizan en pruebas piloto denominados demostradores, seleccionados por las diferentes compañías distribuidoras participantes.
En concreto, la propuesta incluye cerca de 30 demostradores suficientemente avanzados en situaciones reales, que recogen pruebas en diferentes ubicaciones geográficas (Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra, Castilla y León, Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana, Andalucía y Melilla), con distintas topologías de red y diferentes problemas a resolver.
Esta diversidad de demostradores permitirá analizar las diferentes casuísticas de barreras técnicas y normativas que hay que superar, así como dar certidumbre y robustez a la propuesta de los desarrollos reglamentarios requeridos para su futura implementación a nivel nacional.
Transformación del sistema eléctrico español
El proyecto S2F representa un hito en la transformación del sistema eléctrico español, consolidando un modelo más flexible y eficiente. Su objetivo es optimizar la integración de energías renovables, autoconsumo, vehículo eléctrico y almacenamiento, asegurando un sistema eléctrico más eficiente y sostenible.
En un contexto donde la transición energética requiere redes eléctricas más dinámicas, esta iniciativa demuestra cómo el sector eléctrico se adapta a los nuevos desafíos del modelo energético. El usuario adquiere un papel más activo, gestionando su propia demanda y/o generación, mientras que las distribuidoras evolucionan hacia un rol clave en la facilitación de los intercambios de energía, acelerando la transición energética.