La Comisión Europea ha anunciado que ha abierto procedimientos de infracción enviando cartas de emplazamiento a 26 países de la UE, entre ellos España, por no haber transpuesto plenamente a su legislación nacional algunas de las disposiciones de la directiva para la reforma del mercado eléctrico, adoptada el año pasado. Los Estados miembros debían notificar la transposición de la directiva antes del 17 de enero de 2025, pero hasta ahora solo Dinamarca ha declarado la plena transposición de la directiva dentro del plazo legal.

Los países de la Unión Europea debían notificar la transposición de la Directiva modificativa UE/2024/1711 para la mejora del diseño del mercado de la electricidad antes del 17 de enero de 2025, excepto las disposiciones sobre la libre elección de suministrador y reparto de energía, para las que tienen de plazo hasta el 17 de julio de 2026.
La Comisión Europea ha enviado estas cartas a 26 Estados miembros (Bélgica, Bulgaria, Chequia, Alemania, Estonia, Irlanda, Grecia, España, Francia, Croacia, Italia, Chipre, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Hungría, Malta, Países Bajos, Austria, Polonia, Portugal, Rumanía, Eslovenia, Eslovaquia, Finlandia y Suecia).
Hasta la fecha, solo Dinamarca ha declarado la plena transposición de la directiva dentro del plazo establecido, de tal manera que el Ejecutivo comunitario está enviando cartas de emplazamiento a los otros 26 Estados miembros de la UE. Ahora, estos países disponen de dos meses para responder, completar su transposición y notificar sus medidas a la Comisión Europea que, de no recibir una respuesta satisfactoria, podría emitir un dictamen motivado.
Precios de la electricidad más estables
El objetivo de las nuevas normas para la mejora del diseño del mercado eléctrico de la Unión Europea es hacer que los precios de la electricidad para los consumidores sean más estables y menos dependientes del precio de los combustibles fósiles.
La Comisión Europea destaca que la implementación de la legislación es clave para garantizar que los consumidores europeos, tanto hogares como empresas, afronten costes energéticos que reflejen mejor los menores costes de producción de las energías renovables, y que los precios sean más predecibles.
Además, la reforma del diseño del mercado eléctrico también permite una mejor protección del consumidor, tanto en términos de una mayor variedad de opciones al firmar contratos como en caso de desconexión.