El Pleno del Parlamento de Navarra ha aprobado la Ley Foral reguladora de la Agencia de Transición Energética de Navarra (ATENA), una entidad pública empresarial que surge con el propósito de contribuir a la consecución de un modelo sostenible basado en las fuentes renovables, la generación distribuida y el autoconsumo. Entre otras cosas, la agencia potenciará la gestión inteligente de la energía, mediante el impulso de las smart grids, el transporte eléctrico y las energías renovables. Una vez dictaminada y tras su aprobación en Pleno, la ley entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Boletín Oficial de Navarra (BON).

Impulsada por el Gobierno de Navarra, la Ley Foral reguladora de la Agencia de Transición Energética de Navarra pretende erigirse en una herramienta de lucha contra el cambio climático y sus consecuencias. Entre las funciones atribuidas a la nueva Agencia de Transición Energética destaca la de proponer, diseñar y elaborar el Plan Energético de Navarra, así como las acciones necesarias para su plena ejecución. Deberá colaborar, además, en el diseño y seguimiento de los Planes de Infraestructuras Energéticas de Navarra.
Asimismo, ATENA potenciará la gestión inteligente de la energía, mediante el impulso del transporte eléctrico, las energías renovables, las ciudades inteligentes (smart cities) y las redes de distribución eléctrica inteligentes (smart grids). Y se encargará también de promover y gestionar la implantación de sistemas de producción de energía renovable, autoconsumo y generación distribuida, sistemas de almacenamiento o gestión de energía, sistemas de recarga de vehículo eléctrico y proyectos de movilidad sostenible en Navarra, entre otras iniciativas análogas.
Inversiones para impulsar la transición energética
Para cumplir con sus objetivos, la Agencia de Transición Energética de Navarra realizará inversiones directas o apoyará mediante préstamos, avales u otros instrumentos las inversiones realizadas por entidades públicas. En el caso de inversiones de entidades privadas, se priorizará el apoyo a proyectos impulsados por organismos sin ánimo de lucro, entre los que destacan los realizados por comunidades energéticas.
En concreto, se supedita el apoyo económico a las entidades privadas, con o sin ánimo de lucro, a un informe de viabilidad económico financiero a cargo de la empresa pública Sodena, especializada en actividades de riesgo. Y por los mismos motivos, se estipula la misma garantía para los sistemas de financiación innovadores que sea capaz de establecer y gestionar ATENA.
Por otro lado, ATENA tiene previsto crear o participar en sociedades mercantiles con el ánimo de comercializar energía eléctrica en régimen de libre competencia, gestionar la venta de excedentes energéticos de instalaciones de autoconsumo, recoger y analizar los datos de consumo y participar en la gestión inteligente de la demanda, así como en otros servicios del sistema eléctrico. Y a iniciativa propia o en colaboración con otras empresas del sector privado, se promoverá el desarrollo de proyectos pioneros o estratégicos para Navarra en el ámbito energético.
Entre otras cuestiones, cabe destacar que ATENA pondrá especial atención en la gestión energética en el sector público, ofreciendo apoyo técnico a las unidades de contratación de las diferentes administraciones públicas navarras, elaborando programas de racionalización del uso de la energía y promocionando el aprovechamiento de recursos energéticos renovables en este ámbito.
Puesta en marcha de ATENA
En el plazo de un año, el Gobierno de Navarra deberá aprobar los estatutos y el Plan de Actuación Inicial de ATENA.
En cuanto a los mecanismos de control y de cara a garantizar la transparencia, la rendición de cuentas y la eficiencia de la Agencia de Transición Energética, se obliga al Ejecutivo Foral a presentar anualmente ante el Parlamento de Navarra la Memoria de Gestión y el Plan de Actuación para el siguiente ejercicio. Y con carácter inminente, a modo de presentación, el Plan de Actuación Inicial.